LA CASA INVITA, A QUIEN LO LOGRE.
elmercadohostelero tiene estas cosas.
Estaba tan cerca de caer en una profunda depresión que no tuve más remedio que ponerme a buscar una solución antes de que pudiera ponerme a pensar en el suicidio.
40 años de hostelero y 40 años de felicidad. Abrir mi establecimiento todas las 
mañanas me llenaba de satisfacción. Esos desayunos con los clientes habituales, con su ratito de güasa con cualquier tema. Los resultados de su equipo de fútbol…, la bronca que le pego el jefe a uno
por esto o lo otro…, la cara que se te puso ayer cuando apareció tu mujer… fuera por un motivo u otro el café con media tostada se convertía en un rato agradable con su mijita de cachondeo.
Mientras preparaba los aperitivos, para que no me cogiera el toro cuando llegaran los clientes de mediodía, no podía más que recordar alguna que otra frase irónica de la mañana y reírme.
La hora de la cervecita con tapa aumentaba la güasa y no paraba hasta que alguien decía “ la leche, vaya hora que es. Me va a dar pocas mi mujer” o ahora en casa “mas 
vale comer dos veces que dar explicaciones”
De unos meses para acá, casi nadie se dirige la palabra por no poder decir “pon una copa aquí”, esto no es lo que era, HAY QUE TOMAR SOLUCIONES, mi profesión se está convirtiendo en un trabajo y eso me deprime.
Así que he colocado un cartel en mi establecimiento. “EL QUE SAQUE UN TEMA DE CONVERSACIÓN QUE DURE MAS DE CINCO MINUTOS Y PARTICIPEN 3 O MÁS, LA CASA INVITA”.