La taberna de Ramón

En la puerta un cartel invitaba a entrar. “ La taberna de Ramón , esta es su casa

Ramón daba los últimos toques con su bayeta a la barra, mientras esperaba que entraran los primeros clientes a tomar su desayuno.

La máquina de café esperaba ansiosa poder darles a sus clientes esa energía que necesitaban para afrontar los asuntos que les iba a deparar la jornada, mientras el pan la miraba de reojo, pensando que la energía se la iba a aportar el. Estas miradas las cruzaban de la misma forma el aceite de oliva virgen, el tomate triturado, el paté de cerdo ibérico y demás añadidos que complementan las tostadas.

 

Ramón ajeno a estas miradas desafiantes, atendía ya a los primeros clientes y les repartía sonrisas y los buenos días.images

Cortado con la leche templada y media con aceite, como siempre. Descafeinado de máquina con sacarina y entera con mantequilla y York. Con leche largo de café y media de pan integral con aceite.

Ramón como todos los grandes profesionales de elmercadohostelero de este país, no necesita preguntarles a sus clientes que van a desayunar. Al segundo desayuno que les ha servido, ya sabe lo que tiene que ponerles solo al verlos entrar. ¿No son los mejores profesionales?

 

images1Buenos días D. Rafael, aquí tiene su descafeinado y su zumo de naranja natural. Ahora mismo sale su tostada. ¿Que nos trae hoy el periódico?

- Pues mira Ramón, de lo que a ti te interesa, hay un artículo interesante. Dos grandes chefs en una pequeña taberna aquí en Madrid.

Dicen que quieren revindicar la cultura del tapeo, picar y compartir. Vamos lo que nos gusta a todos de toda la vida. Yo creo que van a tener que darse una vuelta por tu casa y masticar todo lo que quieren revindicar, en esta taberna de toda la vida. Parece que elmercadohostelero vuelve a buscar sus orígenes y eso me gusta.

-         Pues muy bien D. Rafael, aquí le espero a medio día, para que disfrute de nuestro tapeo y lo comparta con sus amigos. Hoy les tengo preparadas unas migas camperas que les van a quitar el sentio y un mosto que no van a dejar de repetir.

Que tenga una buena mañana D. Rafael y nos vemos a la hora de siempre, que las migas estarán listas a esa hora.

 

Ramón atiende a los últimos clientes de la hora del desayuno, mientras repasa mentalmente la batalla que se avecina con los panes de pueblo y sus avios serranos, para que sus clientes de medio día se chupen los dedos con sus migas.

 

Seguro que nos  cuenta en unos días la aceptación que tuvieron. Sigue sus relatos de taberna.

 

¿Quieres conocer las historias de Ramón? Seguro que te identificaras con muchas de ellas. Síguenos y te las contamos.

Ignacio Calvo Borrego.

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