La competencia nos impide relajarnos, nos obliga a conocer que hacen nuestros competidores para mejorar nuestras ofertas y formas de comunicarlas, para llegar mejor a nuestros clientes y fidelizarlos.
En lo referente a la hosteleria hay frases que me llaman poderosÃsimamente la atención. Cuantas veces hemos oÃdo a un amigo nuestro, frases como estas: Ayer estuve en ese sitio nuevo que han abierto y me gustó mucho por:
- El personal es de lo más amable.
- Está muy limpio y nada ruidoso
- Te atiende perfectamente y rápido.
Cuando oigo estas cosas y normalmente suele ser en la barra de un bar, se me enciende la voz de alarma. Entonces… ¡que pasa! en la mayorÃa de los locales de hosteleria, ¿eso no es asÃ, siempre?  ¿No es lo normal que te atiendan bien y estén limpios?
¿Estamos descuidando la atención al cliente, la limpieza y todo aquello que se percibe a primera vista? Leer LA PRIMERA IMPRESIÓN ES LA QUE VALE.
Que una persona recomiende un local por estos motivos y no por sus especialidades culinarias, es realmente preocupante, ¿no crees?
¿Qué opinas? ¿Te ha ocurrido alguna vez?
Déjanos tus comentarios, el mundo de la hosteleria está necesitado de ellos.
Ignacio Calvo
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Estoy de acuerdo con lo que planteas, lo que deberÃa ser una obligación irrenunciable, pasa a ser una cualidad del local, etc.
Yo también creo que cada vez hay menons vocación en este sector y es algo que ya nos está pasando factura.
Saludos
Llevas toda la razón, es sorprendente como el simple y llano hecho de que un local esté limpio, o la atención sea rápida y cálida deja de ser una obligación y pasa a ser un lujo, pero es que desde mi humilde opinión hace mucho tiempo ya que la hostelerÃa está perdiendo calidad, y es que cada vez hay menos hosteleros vocacionales y más camareros circustanciales , o eso es lo que yo creo , saludos y buen post
Ami si que me ha ocurrido lo que tu dices, me recomendaron un sitio por la amabilidad y la limpieza, y respondà ¿y el género? ¿cenaste bien?. Yo, y hablo de forma personal, si el sitio en cuestión no esta limpio, ni entro. Cuando voy a cenar o a comer, quiero cenar o comer bien, el resto lo doy por supuesto.